Resumen:
Probar una aplicación de bases de datos es una tarea laboriosa debido a que su comportamiento no sólo depende de los valores suministrados por el usuario a través de un interfaz, sino que también depende de la estructura y la información almacenada en la base de datos. Por ello, durante el diseño de los casos de prueba se debe considerar tanto la interacción con el usuario como la interacción con la base de datos. Además, la estructura de la base de datos puede tener una gran complejidad, lo que dificulta el diseño de datos de prueba de calidad. Este trabajo describe un enfoque basado en la especificación (caja negra) que guía el diseño de los datos de prueba (entradas del usuario y base de datos de prueba) para una aplicación de bases de datos y que evalúa automáticamente la cobertura alcanzada por dichos datos de prueba. Para ello se modela de forma conjunta la estructura de la base de datos y del interfaz del usuario, dando lugar a un modelo llamado Modelo Integrado de Datos (IDM), y se expresa la funcionalidad requerida mediante un conjunto de reglas de negocio, escritas en términos del IDM, que forman el Modelo de Reglas Integrado (IRM). Posteriormente se aplica un criterio de suficiencia basado en MCDC sobre el IRM para derivar automáticamente las situaciones de interés a probar (requisitos de prueba). Finalmente, se evalúa automáticamente la cobertura alcanzada por los datos de prueba diseñados. El enfoque ha sido aplicado a dos aplicaciones de bases de datos y los resultados muestran que permiten diseñar casos de prueba capaces de detectar fallos significativos.